viernes, 27 de abril de 2018

BIOLOGIA DE LOS TROGONES


Las patas de los trogones probablemente sean uno de los aspectos más interesantes para empezar a describir estas aves. Los trogones tienen las patas muy pequeñas. Tienen dos dedos orientados hacia adelante y dos orientados hacia atrás (heterodáctilos). Estas patas pequeñas le sirven poco o nada para caminar. Incluso cuando quieren girar y están parados sobre una rama tienen que utilizar las alas. Los trogones tienen las patas inútiles para aquello que no sea la percha en ramas. Las patas son grises y generalmente no son visibles. Este tipo de patas hace que el trogón mantenga el cuerpo en una posición erguida sobre las ramas. El trogón no camina sobre estas ramas sino que vuela y se posa en un punto específico para luego volar y quedarse posado en otro punto.

Lo más interesante es que los dedos uno y dos están dirigidos hacia atrás y los dedos tres y cuatro hacia delante. Estos dos últimos dedos están fusionados en su mitad basal lo que representa un carácter diagnóstico de trogónidos. La analogía sería que nuestros dedos gordo e índice estén orientados hacia atrás y los dedos medio y anular hacia adelante. Esto no es notorio a simple vista, sino solamente observando las patas a nivel de composición de los huesos. Los juveniles requieren de un crecimiento y desarrollo asistidos por sus padres en especial para alimentarse debido a que prácticamente sus patas le son inútiles para desplazarse mientras no pueda volar.

Los individuos de diferentes edades y sexos son bastante diferentes. En general, los trogones suelen tener combinaciones de verdes dorsalmente y rojos ventralmente. Sin embargo, existen también trogones con dorsos purpura que presentan un vientre amarillo.

Los trogones generalmente se encuentran solitarios o en parejas. El quetzal incluso puede verse en pequeños grupos de hasta cinco o seis individuos. Los expertos hipotetizan que los pichones tardan tres o cuatro años en madurar. Estos juveniles pueden verse integrados con otros los grupos formados por los pichones recién nacidos durante el mismo año y años pasados.

Los trogones anidan en cavidades naturales o escavadas en arboles generalmente podridos e incluso en termiteros y  nidos de avispa. Su pico es relativamente fuerte, sin embargo, es relativamente débil para carcomer los árboles fuertes y sólidos. De esto, los árboles muertos que se mantienen aún de pie, también llamados tocones son ideales para proveerles un hábitat de anidaje. En otros tipos de bosque los árboles muertos caen fácilmente y se pudren en el suelo, mientras que en el bosque pluvial alguna cantidad de árboles se mantienen erguidos pudriéndose debido a las bajas temperaturas y a la densidad de la vegetación. Esto es un factor más que hace que el quetzal esté ligado a la conservación del bosque pluvial y bosques similares.

Los huevos de trogón son blancos o blanco azulados y azul claro en el caso de los quetzales. El vuelo del trogón es ondulante y generalmente corto en distancia centrado dentro el dosel boscoso. El pico del trogón es corto, grueso y fuerte con un borde superior aserrado. La única excepción a esto, resulta ser el quetzal. El canto en general son ululatos huecos y repetitivos, que suelen escucharse a largas distancias.

Los quetzales ponen uno o dos huevos anuales, cuya puesta está separada entre sí entre 24 y 48 horas. Los huevos tardan entre 18 y 21 días para eclosionar. Los polluelos nacen altriciales (con los ojos cerrados y sin plumas). Una semana después de nacidos pesan unos 23 g y miden unos 95 mm. En dos semanas los polluelos están cubiertos de plumas color café oscuro con pequeños puntos de color más claro. Las plumas verdes iridiscentes aparecen en la parte de la nuca cuando están a punto de abandonar el nido; para entonces el polluelo pesa casi 80 g mide unos 111 mm de longitud.

Los padres buscan alimento que luego regurgitan para alimentar a los polluelos. Al igual que en muchas aves los padres dejan de alimentarlos tarde o temprano como una medida para presionarlos a dejar el nido. Se ha observado que los polluelos en ese momento permanecen cabeza fuera del nido pillando intensamente todo el tiempo. Los padres permanecen observando perchados cerca o vuelan frente al nido vigorosamente. Los pichones caen estrepitosamente del nido y son apoyados por los padres para ir ascendiendo poco a poco desde ramas cercanas al suelo.

Durante el primer año de vida el pico de ambos sexos es de color obscuro. Poco después el pico de los machos se torna amarillo mientras que el de las hembras permanece obscuro. Durante los primeros dos años de vida las plumas de la cola son de color negro en la parte de adentro. Al segundo año de vida aparecen plumas de color negro sobre fondo blanco en la cola de las hembras. En los machos, las plumas de la cola se tornan totalmente blancas.

El dimorfismo sexual de los quetzales es altamente marcado. Los machos adultos son de color verde esmeralda dorsalmente con el pecho rojo escarlata. En la cabeza tienen una notoria cresta. Las plumas cobertoras de las alas se extienden más allá del borde del ala lo que le da cierto señorío. Las cuatro cobertoras supracaudales son muy largas. Muchas personas tienden a pensar que las plumas largas que se observan del quetzal son las plumas de la cola, sin embargo, estas plumas características son en realidad las plumas situadas encima de la cola en la base de la espalda. Las plumas de la cola en realidad son las plumas blancas que pueden observarse cuando se ve el ave de frente o por debajo. Dos de estas plumas supracaudales largas alcanzan longitudes registradas de entre 60 y 105 cm dependiendo de la subespecie.

Las hembras del quetzal tienen una apariencia clásica de trogón. El dorso y la garganta son verdes, el vientre es gris. La cola es blanca con rayas negras y se puede apreciar debajo de las patas un color rojo escarlata en la parte baja del vientre. El pico es obscuro y no tiene cresta alguna, ni plumas supracaudales alargadas como el macho.

La iridiscencia es un fenómeno físico que permite cierta particularidad de color a varias aves, incluyendo los trogones. A manera de una explicación simple, existen varias capas transparentes pero con superficies intrincadas de queratina (la proteína que forma las plumas) cubriendo la pluma colorida. Esta estructura de la pluma hace que en ciertos ángulos los trogones parezcan de un color dado, pero vistos desde otro ángulo sean de un color diferente. La analogía seria ver un haz de luz a través de un diamante de crista. Por ejemplo, los quetzales en la mayoría de condiciones de luz lucen verdes pero pueden llegar en condiciones bien iluminadas a lucir azules. Por otro lado, algunos trogones tienen espaldas que dependiendo de las condiciones de luz lucen entre morada y negra.

La ventaja de esta coloración se denota en la temporada reproductiva donde el quetzal vuela haciendo un vuelo de despliegue afirmado su territorio a gran altura. En esta ocasión la luz lo ilumina claramente haciendo evidente su presencia. Por otro lado, cuando quiere pasar desapercibido estando escondido entre las ramas del dosel su coloración es menos perceptible.

jueves, 19 de abril de 2018

Los trogones en el mundo


El quetzal pertenece al orden Trogoniformes que contiene únicamente a la familia Trogonidae. Las 39 especies vivientes de Trogonidae se agrupan en seis géneros que se distribuyen en los bosques tropicales y subtropicales (área alrededor del Ecuador) del continente americano (Euptilotis, Pharomachrus y Trogon), de El Caribe (Priotelus), de África (Apaloderma), del sureste de Asia, Indonesia, Borneo y Filipinas (Harpactes), aunque el mayor número de especies (26) actuales viven en el Neotrópico (Sibley y Ahlquist, 1990).
La primera mención del género la tiene Mathurin Jacques Brisson en el año de 1760. En este libro el género Trogon se trata en una mezcla con el género que contiene los cucús. Solo el género Trogon comprende 21 especies con 60 subspecies.

En la actualidad, se da mucho peso a estudios que mencionan evidencia molecular para hacer afirmaciones acerca de las relaciones entre los diferentes tipos de aves. La mayoría de personas no tienen una idea clara de lo esto implica. De acuerdo a las asunciones y por ende las metodologías que se utilizan para hacer un estudio los resultados pueden resultar en varias conclusiones diferentes. A la larga la vida es difícil de encajar en un sistema matemático y nuestra mente tiende a tratar de encontrar cierta simetría o al menos una explicación que matemáticamente nos provea cierta satisfacción al respecto. La mejor y más eficiente forma actual de explicar las tendencias de los seres vivientes es la estadística y la ciencia.

Es ampliamente aceptado que los trogones no tienen familiares cercanos vivos. Por lo tanto, la brecha existente resulta ser un problema para su estudio, ya que cualquier investigación implica un buen grado de suposición.

 Sibley y Ahlquist (1990) con base en datos de morfología e hibridación de ADN afirman que los trogones son cercanos a Coraciiformes (martines pescadores), Caprimulgiformes (chotacabras y tapacaminos), Musophagiformes (turacos) y Strigiformes (búhos). Van Tuinen et al. (2000), con base en un análisis de secuencias de las regiones 12S, 16S de genoma nuclear y del ARNtVal del ADNmt los sitúa cerca de Gruiformes (grullas) y a Paseriformes (aves cantoras). Espinosa de los Monteros (2000) según la variación en las secuencias de la subunidad 12S del ARNr los sitúa cerca de Psitaciformes (pericos y guacamayas) y a Coliiformes (pájaro-ratón). Mayr y Clarke (2003) los sitúa contiguo a Steatornithidae (Caprimulgiformes).

Los trogones se originaron en África para luego desplazarse hacia Asia y América donde eran especies muy singulares y raras. En su llegada a Centroamérica se diversificaron dando pie a los géneros Pharomachrus y Trogon. Un estudio muy completo acerca del genero Trogon sugiere que se originó en Centroamérica para luego irse desplazando hacia la región del Choco y Darién, posteriormente se desplazaron por toda la región de los Andes a través de Suramérica para luego poblar toda la región del este de Suramérica. Nuevas especies se fueron produciendo a medida que el género se desplazaba a través del continente suramericano.


En este post se pueden ver fotografías de algunos trogones: la primera es Garthered Trogon, el segundo es Orange-bellied Trogon, el tercero es Black-throated Trogon. y el cuarto es Black-headed Trogon.


miércoles, 11 de abril de 2018

QUIEN DESCUBRIO EL QUETZAL PARA LA CIENCIA Pharomacrus mocinno (De La Llave, 1832)

¨Pharomachrus, E. familia Scansorum,
Trogombus perquam
affinis, Ab his tamen Rostro
edentulo Tectricibusq longis
distinctus.
La ave de que se trata y que vive en los bosques de Guatemala, es tal vez la más vistosa y galana de toda la América
Pablo de la Llave”

La primera mención del ave fue hecha por el médico Francisco Hernández. Este fue un toledano encomendado por Felipe II para estudiar la flora y fauna de México entre 1571 y 1577. Sus obras fueron  publicadas entre 1615 y 1628.  En ese entonces los trabajos científicos estaban encomendados a diversos tipos de profesionales entusiastas de las ciencias y la naturaleza, los cuales se ocupaban de diversos tipos de exploración científica desde la física, la química hasta la biología y la medicina.

En 1678, Francis Wiillughby publica en Inglaterra el libro ¨History of Birds¨, donde reseña los datos de Hernández y menciona de nuevo el ave.

Nam'eau recueil de planches d' oixeaux (París 1821-39) del naturalista holandés Konrad Ternminck, director del Museo de Historia Natural de Leiden  vuelve a mencionar el ave ciento cincuenta años después. En este libro se le denomina Trogon pavoninus. En una confusión Temminck toma la descripción de  Spix en su Nachrischtes über Une Reise nach Brasillien, (Munich, 1823-31) del T. pavoninus suramericano y la aplica a un ejemplar de quetzal que tomó prestado de la colección "Leadbeater".

Carlos Luciano Bonaparte reclama ante la Sociedad Zoológica de Paris en 1837 haber sido el primero que lo clasificó desde 1826 y lo hace llamar Trogon paradiseus.

En diciembre de 1825, Pablo de la Llave hace un comunicado en el periódico "Águila Mexicana" donde discute que otros científicos habían creído que el quetzal era una "paradisea" y Moziño un "buceo", pero que él personalmente lo nombraba como "Pharomacro". En 1831, el científico recuerda que en 1810 José Mariano Mociño fue el primero en describirlo. Una vez terminada la tarea de obtener los 11 ejemplares colectados por Mociño y Longinos Martínez en Guatemala, nombra al ave como Pharomacrus mocinno. De esta manera establece un nuevo género próximo a los trogones. Su descripción se publica finalmente en la revista mexicana Registro Trimestre en 1832 como ¨Memoria sobre el Quetzaltototl, género nuevo de Aves¨.

Incluso después de esto, hubo otros investigadores que trataron de adjudicarse el honor de haber descrito el quetzal. Hay que recordar que aquel momento la coordinación entre entidades científicas era bastante deficiente: 
Otro inglés, John Gould, encuentra el error de Temminck y renombra el ave con el nombre de Trogon resplandens en 1835 en las Memorias de la Sociedad Zoológica de Londres. 
En 1838 el famoso ornitólogo inglés William Swaison nombra al ave como Calurus resplandens en su libro ¨On the natural history and classification of birds¨
El ornitólogo francés Adolphe Dellatre clasifica al ave como Calurus paradiseus en su publicación de 1843 ¨Echo du Monde Savant¨.
En 1849, el ornitólogo inglés George Gray lo clasifica como Pharomacrus mocinno en su obra ¨The genera of birds¨

El reino de España financió varias expediciones científicas dirigidas a la Nueva España dentro de las cuales se cuenta la Real Expedición Botánica que se llevó a cabo entre 1787 y  1803. El objetivo de estas expediciones no era puramente científico. La monarquía pretendía la búsqueda de información científica en sus colonias con utilidad para impulsar la economía local. Obviamente, con el objetivo de obtener a la larga mejores beneficios de las mismas.

Esta expedición fue dirigida por el doctor José Mariano Mociño (quien estaba encomendado del área botánica).  José Longinos Martínez (naturalista general)  y Vicente de la Cerda (dibujante). En 1794 Mociño colectó varios ejemplares de quetzales, los cuales fueron enviados a España. Sin embargo, estos ejemplares pasaron desapercibidos y fueron olvidados hasta que en 1832, Pedro de la Llave, discípulo de Mociño localizó los ejemplares y publicó la descripción morfológica utilizando los quetzales colectados.

Sibley y Monroe (1990) suponen que el nombre del genero Pharomachrus proviene de las raíces griegas Pharo, ¨esófago¨ y machrus  ¨grande¨ en alusión a que el ave traga frutos con grandes semillas. Sin embargo, el mismo Pedro De la Llave afirma lo siguiente respecto a la intención del nombre del  ave y su significado: ¨el nombre de "Pharomacro" (vestidura larga) porque en efecto, las cobijas de las alas y de las colas son extremadamente largas.¨ La palabra griega para vestido es φόρεμα (“fórema”). En su texto De la Llave da la idea que el nombre Pharomachrus no provino de su inspiración sino de la de Mocciño y  el doctor Martin Sesé (director de la expedición de historia natural). Obviamente la intención del que hizo la descripción y colocó el nombre es la que debería respetarse. 

El epíteto específico “mocinno” proviene obviamente de la adjudicación del honor del descubrimiento que Pedro de la Llave hace a Mariano Mociño. Obviamente para latinizar el nombre cambia la letra “ñ” a manera de una doble letra “n”.

martes, 3 de abril de 2018

LA palabra quetzal

Bernal Díaz Del Castillo en su historia de la conquista de la Nueva España habla acerca del palacio de Moctezuma: ¨Dejemos esto y vamos a la casa de aves, y por fuerza me he de detener en contar cada género de qué calidad era, desde águilas reales y otras águilas más chicas y otras muchas maneras de aves de grandes cuerpos hasta pajaritos muy chicos, pintados de diversos colores, y también donde hacen aquellos ricos plumajes que labran de plumas verdes. Las aves de estas plumas tienen el cuerpo a manera de las picazas que hay en nuestra España; llamanse en esta tierra quetzales.” El autor menciona varias veces penachos, atavíos, adornos y andas de plumas verdes. Debe tomarse en cuenta en esta y otras citas textuales de documentos antiguos que la ortografía y gramática son diferentes de nuestras actuales reglas sobre todo en lo relativo a tildes.

De la Llave dice lo siguiente acerca de la palabra quetzal: ¨los primitivos mexicanos, diestros en imponer nombres propios á las cosas, le dieron el de Quetzaltototl, voz compuesta de tototl pájaro y Quetzalli cosa rica, resplandeciente y preciosa¨

El historiador Taracena Arriola (1978) afirma lo siguiente ¨Creemos que la palabra mexicana auetzalli, viene á ser un abstracto equivalente á brillante, resplandeciente, fino, delicado, y nos fundamos en que Quetzalchalchiuitl, significa piedra preciase azul o verde. Quetzaliztli, significa la esmeralda, y Quetzaluexotl, equivale a seuce fino y delicado. La equivalencia de estas palabras las hemos tomado del diccionario del Padre Molina siglo XVI, del que van quedando muy pocos ejemplares.¨

Durante el post-clásico maya cuando los españoles invadieron Centroamérica traían consigo tropas de varias etnias del área de México. Según se cuenta vinieron hasta 10,000 hombres provenientes de Cholula y Tlaxcala. Es evidente que la palabra quetzal proviene de la etnia azteca como muchos otros nombres del occidente guatemalteco.

Además, los documentos históricos que documentan la palabra quetzal provienen del post-clásico maya o sea el momento en que los españoles invadieron Centroamérica. En el área maya probablemente la palabra utilizada para nombrar al ave es Ku o Kuk. En la actualidad, los nombres de las aves suelen ser una onomatopeya del sonido producido por las mismas. El nombre del mismo dios Gucumatz (equivalente al dios azteca Quetzalcoatl) da una indicación de esto en su pronunciación: Kukumatz. También puede apreciarse en la acepción maya yucateca de la misma deidad: Kukulcan.

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